¿A QUIEN SE EDUCA? ¿Quien educa?
Por lo
general, cuando se piensa en el acto educativo se piensa en un sujeto singular,
y la responsabilidad recae en los docentes. Pero en este espacio se está ante
un sujeto plural. La educación del
sujeto corresponde a ambos a quien se educa y quien educa. Entonces, es una
construcción necesaria, del sujeto educador y del sujeto educando. Cualquiera
de los lados de esta relación que falle nos enfrenta a un acto educativo
fallido.
Las bases de
esta construcción es, en primer lugar, individual: soy yo quien me construyo,
es a mí a quien le imposibilitan o le facilitan la construcción. Es el
individuo mismo quien conoce sus anhelos, sus debilidades y fortalezas. Pero
también la construcción es social: comunidad e individuo. La educación debe
implicar al alumno como un ser humano y no como un receptáculo, y debe
desarrollar todas las potencialidades del ser humano y sentar las bases para
aprendizajes y transformaciones futuras.
Los jóvenes
de hoy día han crecido bajo la influencia estrecha de las tecnologías de información
y comunicación, lo que ha influenciado su manera de pensar y ver el mundo. La
unión de medios de comunicación y la informática les ha proporcionado una
herramienta de gran utilidad que propicia la actividad independiente, la
observación, la exploración y la búsqueda, la comparación, el ordenamiento y la
clasificación, la toma de decisiones, el procesamiento de la información y con
el toda una serie de operaciones mentales como el análisis y la síntesis, la abstracción y la generalización. Se trata
de la generación más informada debido a un acceso ilimitado a la información.
Esta
generación está caracterizada por una marcada preferencia por la computadora,
ya sea un PC, un smartphone o un smartTV, tienen una capacidad distinta para
descifrar información y tienen la habilidad de atender múltiples tareas a la
vez, investigaciones han observado que mientras estudian, los jóvenes además, mandan
mensajes al celular, hablan por teléfono, ven la televisión, escuchan música,
navegan en Internet, revisan su cuenta de Facebook y su correo electrónico.
Estas últimas
características, llevan a la implícita idea de que la manera en que se planea
la educación para esta peculiar generación, debe evolucionar.
La familia, puede
considerarse la primera educadora de la persona, en casa se enseña a los hijos
a andar, hablar, comer... además se inculcan los valores y normas adecuados
según la familia. Es imprescindible que la familia no falle en su función como
educadora, porque aunque exista la escuela, la educación y los modales deben
venir desde casa. La familia es la única influencia educativa permanente en la
vida de los niños. Son tan penetrantes los aprendizajes de la vida familiar,
que muchos rasgos básicos de la conducta de las personas, como valores y
actitudes, perduran a través del tiempo como ningún otro aprendizaje.
Los
profesores han de dejar el papel de acreedores del conocimiento a un rol de
facilitadores de él. Un docente debe ser asesor, motivador y consultor del
aprendizaje. Su interacción con el alumno no debe ser solamente para entregarle
un conocimiento que posee, sino para compartir con él sus experiencias. Ha de
apoyarlo y asesorarlo en su proceso de aprender y, especialmente, para
estimularlo y retarlo a aprender. Debe incentivar que cada alumno cree su
propio modelo a seguir, se apropie y sea dueño de sus saberes, para luego
compartirlos con otros. Debe, por tanto, ser el facilitador del aprendizaje,
aprovechando para ello su interacción presencial. El profesor, entonces,
desempeñará el papel de siempre: ser el maestro.
La educación,
tal como existe en la actualidad, reprime el pensamiento, transmite datos,
conocimientos, saberes y resultados de procesos que pensaron, pero no enseña ni
permite a pensar. A ello se debe que el alumno adquiere cierto respeto por el
docente y la educación que recibe procede simplemente de la intimidación. Por eso el docente con frecuencia subraya: “usted no sabe nada”; “eso lo entenderá o se
verá más adelante o el año entrante, mientras tanto tome nota”.